Actualmente, la DGT ha dado la voz de alarma sobre una de las estafas que pueden afectar a los conductores de todo el país. El reclamo es el pago de una multa que se debe abonar. El método que utilizan es el smishing y es importante conocerlo a fondo. ¿Cómo percatarnos de que es una estafa? ¿Es posible evitar caer en ella?
¿Qué es el smishing?
El smishing es un concepto de origen inglés donde una persona envía un mensaje a otra haciéndose pasar por alguien que no es
Las multas que emite la DGT: siempre por correo postal
Para huir de la trampa del smishing hay que tener en cuenta lo siguiente:
- – La DGT no suele poner un límite de 24 horas para el pago de una multa. Esta urgencia debe ya hacernos sospechar de una acción fraudulenta, ya que las prisas son clave en este tipo de casos de smishing.
- – Las multas que envía la Dirección General de Tráfico llegan a través del correo postal, aunque es verdad que, a veces, se pueden comprobar a través de la sede electrónica de la DGT.
- – Nunca se envían enlaces a través del correo o SMS, esto es un claro delator de un posible acto fraudulento. Por lo tanto, sí se puede alertar a la DGT de este envío de mensajes para que tomen acción.
El miedo, las prisas, instar al pago inmediato y la facilidad con la que ofrecen ese enlace que parece simplificarlo todo pueden hacer que cualquier persona caiga en una estafa de estas características. No obstante, conviene tener precaución, dado que la cibercriminalidad está en aumento. Ni SMS, ni mensajes a través de WhatsApp, ni correos electrónicos. Ante una información de estas características, mejor llamar directamente a la Dirección General de Tráfico y evitar que los ciberdelincuentes se queden con nuestro dinero.
¿Cómo detectar el smishing de un SMS real?
En el caso de los SMS, el emisor que puede aparecer es el de la DGT, sin embargo, en un correo electrónico esto no es tan fácil de suplantar. A pesar de presentar el logo de la DGT y un mensaje con una estructura que parece veraz, al hacer clic sobre el emisor del correo veremos que tiene un nombre extraño y, por tanto, esto debe hacernos desconfiar.
Asimismo, ni la DGT ni ninguna otra entidad –como un banco– envía un correo o un SMS con un enlace en el que haya que aportar datos personales (información de la propia persona, contraseñas, datos de pago, etc.). Por lo tanto, no hay nunca que hacer clic en este enlace y, lo mejor, es siempre llamar a la Dirección General de Tráfico, para resolver la duda sobre la multa y quedarse más tranquilo.